Porquerolles es la más grande de las tres islas de Hyères. Se trata de un escondite exclusivo de ricos y famosos de la Costa Azul. Los pobres mortales como nosotros podemos permitirnos una excursión de un día. Los que practiquen naturismo y pruebas de misiles, mejor que vayan a la vecina Île du Levant.
2. Gugh (Inglaterra)
Las islas subtropicales de Scilly, situadas en Land’s End, no están nada mal en lo que a islas se refiere. Solo cinco de las 140 que hay están habitadas. Destacamos St. Agnes, desde donde, dependiendo de la marea, se puede cruzar a pie por la arena hasta la pequeña Gugh. Su punto más alto es Kitten Hill, a 34 metros sobre el nivel del mar.
3. San Miguel (Portugal)
Las Azores, puntos en medio del océano a medio camino de América, son el puesto fronterizo más alejado de Europa. Allí retozan las ballenas sementales y el paisaje parece sacado de un decorado de Jurassic Park, como, por ejemplo, el cráter volcánico del lago Lagoa do Fogo, en la isla de San Miguel.
4. Colonsay (Escocia)
Situada en medio de la nada en el Atlántico, no hay mucho que hacer en Colonsay, pero precisamente por eso es tan atractiva. Si has perdido la fuerza vital después de una caminata tonificante por los vertiginosos acantilados y extensas playas, tómate un par de pintas de la cerveza local, la Colonsay lager, y seguro que recuperarás la sonrisa.
5. Texel (Holanda)
El Mar del Norte de Holanda no es exactamente el sitio más glamuroso para irse de retiro a una isla, pero ¿quién necesita las Maldivas cuando hay playas de arena blanca, molinos de viento y muchas ovejas en la misma latitud, en Stoke-on-Trent?
6. Sark (Islas del Canal)
Cinco años después de que las fuerzas alemanas ocuparan el pequeño paraíso fiscal de Sark, en 1990 un físico nuclear francés en paro llamado André Gardes intentó una invasión individual. Fue arrestado por el jefe de policía voluntario de la isla.
7. Elba (Italia)
Esta isla montañosa del archipiélago de la Toscana puede presumir de exresidente famoso: Napoleón estuvo exiliado aquí durante 300 días en 1814-15. Después de ser derrotado en Waterloo volvieron a exiliarlo, esta vez a un sitio un poco más lejano: Saint Helena, en el sur del Atlántico.
8. Inishmore (Irlanda)
Inishmore, o Inis Mór, es una de las islas de Aran, frente a la costa de Galway. A los visitantes les cautivarán las dos principales atracciones: la destilería ilegal de aguardiente, que produce un licor altamente alcohólico, y algunos ejemplos muy buenos de paisajes glacio-karsto.
9. Mykines (Islas Feroe)
Las Islas Feroe parece que existan solamente para avergonzar a equipos nacionales de fútbol que deberían ser capaces de ganar a un grupo variopinto de pescadores y guardianes de faros, pero son espectaculares. La llegada al aeropuerto de la isla, sobre acantilados que parecen apilados, figura entre una de las más estresantes del mundo.
10. Île Lavezzi (Francia)
Lavezzi es una isla más del puñado de islas del Mediterráneo que hay entre Córcega y Cerdeña. Es el tipo de sitio donde echarías el ancla entre aguas turquesas y arrecifes de coral, descorcharías una botella de Dom Perignon y te zamparías una langosta acabada de pescar... si fueras rico y tuvieras un yate.
11. Reichenau (Alemania)
Reichenau es única en nuestra colección, ya que es una isla pero no está en el mar, sino en un lago, el lago Constance en el sur de Alemania. Los amantes de la col, la coliflor y las patatas se sentirán como en casa en esta isla, venerada por la calidad y la cantidad de su producción de vegetales.
Fuente: Skyscanner
https://www.skyscanner.es/noticias/11-islas-europeas-secretas-increibles
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