lunes, 31 de octubre de 2016

Tesoros Nacionales

1.Unas islas: Cíes
Las Cíes son uno de los grandes tesoros nacionales. Se componen de 3 islas, Monte Agudo, O Faro y San Martiño, y las dos primeras están unidas por la playa de Rodas, considerada por 'The Guardian' como la más bonita del planeta. La diversidad natural de esta zona pontevedresa vale la pena la visita, sobre todo por los más de 200 especies de algas, peces,moluscos, aves marinas...



2.Una albufera: Valencia
Es un humedal que no te cansas de ver y en el que no pararás de admirar diversas especies de aves acuáticas. Se encuentra a 15 kilómetros al sur de Valencia y ocupa nada menos que 21.000 hectáreas de superficie. Ver atardecer en cualquiera de sus muelles o, mejor aún, en un barco, es una auténtica delicia; podrás conocer de primera mano por qué los árabes le llamaban 'Espejo del sol'.






3.Un cabo: Gata
Su nombre procede de la abundancia de ágatas, la piedra preciosa, que había antaño. Despojada ya de todas ellas, ahora el principal problema de la zona es el turismo, que aunque acerca a muchas personas una de las joyas naturales del país también está perjudicando la situación de flora, fauna y, en general, del paisaje.




4.Un istmo: Gaztelugatxe
Es uno de los lugares más mágicos de Euskadi, la iglesia de San Juan de Gaztelugatxe -término que en vasco quiere decir 'castillo peligroso', que se erige en lo alto de un islote unido a la tierra por un istmo sobre el que transcurre el camino de 241 peldaños que conducen hasta la cumbre. Es un sitio muy frecuentado por los turistas, así que te recomendamos que vayas a primera hora de la mañana para no tener que aparcar el coche a kilómetros de distancia.




5.Un monte: Igeldo
Es uno de los símbolos donostiarras, el monte Igeldo que se asoma a 145 metros de alto sobre la playa de la Concha. A lo más alto puedes acceder por una carretera de 1,95 km o bien por el clásico funicular de más de un siglo de historia. Cuando llegues arriba, no te olvides de fotograrfiar San Sebastián (es uno de las vistas más hermosas de la ciudad) y de visitar el parque de atracciones, de lo más 'vintage' que hay en nuestro país, con su Montaña Suiza (es decir, rusa), de 1928.




6.Una península: Jandía
Al sur de Fuerteventura, esta bellísima zona ocupa una extensión de 200 km cuadrados, de los que más del 70% son parque natural. Hace millones de años, estaba separada del resto de la isla. El paisaje es agreste, y combina montañas de poca altura y origen volcánico con dunas salpicadas de matorral y playas que parecen sacadas de una película.




7.Un lago: Sanabria
No es solo el lago más grande de España con sus 369 hectáreas, sino uno de los más impresionantes de Europa y el más importante de origen glacial. En invierno, es un espectáculo con su entorno natural, y en verano puedes disfrutar de alguna de sus playas de arena. Puedes recorrerlo en un barco con cámara subacuática y, desde allí, ver el balneario de Bouzas, abandonado desde hace décadas.




8.Una colina: la del castillo de Morella
Para ser honestos, no es una colina, sino un monte. La enorme roca sobre la que se erige este castillo medieval. A 1.070 metros, la fortaleza de Morella (Castellón) parece de película (de hecho, se han rodado unas cuantas), y dicen las leyendas que, con la invasión de Jaime I a los árabes, empezó allí la Reconquista.




9.Una ría: Betanzos
Es una de las más conocidas de las rías Altas gallegas, situado al norte de la provincia de A Coruña y es 'gemela' de la de Ares. Sus aguas bañan alguno de los pueblos marineros más bonitos de la zona, como Redes, Cabanas, Pontedeume, Perbes, Sada... Y por si no te parece suficiente espectáculo natural, adéntrate en el bosque de Fragas do Eume.




10.Una montaña: pico Aneto
Con sus 3.404 metros, es la tercera montaña más alta del país, tras el Teide y el Mulhacén, y el pico más alto de los Pirineos. Hay que estar en muy buena forma para ascender hasta arriba, ya que desde el punto donde puedes dejar el coche se superan 1.500 metros de desnivel y se recorren nada menos que 7 kilómetros. Si la montaña no es lo tuyo, divísalo desde algún paisaje más accesible, como el Forau de Aiguallut, una preciosa sima que podrás recorrer incluso con niños.




11.Un acantilado: Los Gigantes
No hay más que verlo para saber por qué recibe este nombre (y por qué los guanches lo bautizaron como 'la muralla del infierno'). Este impresionante acantilado de Tenerife alcanza entre 300 y 600 metros de altura y es de tipo basáltico. A su alrededor, lo que era un pequeño pueblito de pescadores se ha ido tornando en una zona eminentemente turística a 125 kilómetros de la capital, Santa Cruz.




12.Una playa: Valdevaqueros
Hay gustos para todo en materia de playas, pero a nosotros, que nos gustan las amplias, grandes y con arena clara, la de Valdevaqueros, en Tarifa, nos tiene enamoradas. Se extiende por más de 4 kilómetros, con una anchura media de 120 metros, y a pesar de esas dimensiones, suele estar bastante ocupada.



13.Un archipiélago: Baleares
Dos son los archipiélagos españoles, y como el paisaje canario está ya representado en otras partes de esta lección de geografía, nos decantamos aquí por las Baleares. Está formado por dos grupos de islas, las Gimnesias (Mallorca, Menorca y Cabrera), y las Pitiusas (Ibiza y Formentera). Tras Madrid y Barcelona, el archipiélago balear es el tercer lugar más visitado de nuestro país, con casi 9 millones de pernoctaciones en 2015.




14.Un valle: Júcar-Cabriel
No es de los más conocidos de España, pero sí uno de los más hermosos, donde podrás disfrutar de paisajes solitarios, de estrechas gargantas y de la decena de pueblos que conforman una comarca de más de 1.200 kilómetros cuadrados. El castillo de Chirel (en la imagen) es uno de los monumentos más importantes de la zona; una fortaleza de estilo gótico que emerge a 650 metros de altitud a la que se accede por una senda.




15.Un volcán: Cancarix
¿Quién iba a decir que en plena meseta manchega, en Albacete, se halla uno de los volcanes más relevantes del mundo? Es el único volcán de la península cuya chimenea ha quedado al descubierto por erosión, y puedes subir hasta arriba en una ascensión de apenas tres horas, rodeado de especies vegetales amenazadas y de aves que anidan en las rocas.


Fuente: Elle