Un recorrido por los pueblos más curiosos y atractivos repartidos entre las provincias de Huesca, Zaragoza y Teruel.
1. Alquézar (Huesca)
Basta con subirse a uno de sus miradores para entender las razones de por qué se afirma que este pueblo del Somontano lo tiene todo: las casas, el entorno de las paredes rocosas y el río Vero, los acantilados, cuevas de arte rupestre, además, la Colegiata fue declarada Monumento Nacional en 1931, y la arquitectura y trazado medieval de su casco urbano es Conjunto Histórico Artístico desde 1982. Está ubicado en el corazón del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.
2. Sos del Rey Católico (Zaragoza)
Este impresionante rincón de las Altas Cinco Villas se configura como un recinto amurallado con siete portales de acceso. Está declarado Conjunto Histórico-Artístico y puede presumir de conservar uno de los mejores conjuntos medievales de Aragón. En la Plaza de la Villa se encuentra el bellísimo Ayuntamiento. Por su parte, la casa de la familia Sada fue la cuna de Fernando El Católico, de ahí el nombre de la localidad. En su casco urbano abundan las casas de piedra y los aleros de madera, las fachadas con sillares y escudos. La judería de Sos, con sus calles estrechas y sinuosas, es de visita obligada. Como curiosidad, en 1985, Luis García Berlanga rodó una de sus grandes películas, ‘La vaquilla’.
3. Valderrobles (Teruel)
Está nombrado como uno de los pueblos más bonitos de España. Se ubica en la comarca aragonesa de Matarraña. Su singular patrimonio arquitectónico es reconocible en sus estrechas calles medievales. Entre sus principales atractivos destaca el precioso puente de piedra que cruza sobre el río Matarraña. Una obra medieval que se estima que fue construidas alrededor del año 1390.
4.Tarazona (Zaragoza)
La leyenda cuenta que Tubalcaín edificó la ciudad y Hércules la reedificó y así lo recoge el escudo de la ciudad. Lo cierto es que los restos más antiguos de la actual Tarazona datan de finales del siglo I antes de Cristo, por lo que la ocupación de la zona tiene, al menos, 2.000 años. Puede presumir de ofrecer una gran cantidad de monumentos de incalculable valor artístico. La catedral es un singular ejemplo de templo gótico en el que convive un excepcional legado mudéjar y renacentista. Imprescindible es también la original plaza de toros octogonal, construida en el siglo XVIII y de las que existen pocos ejemplos en España. Su barrio mudejar y sus casas colgadas son visita imprescindible.
5. Ansó (Huesca)
A pocos kilómetros de la frontera con Navarra, se ubica entre el Parque Natural de los Valles Occidentales y al Sur el Paisaje Protegido de las Foces de Fago y Biniés, lo que lo convierte en un destino ideal para los amantes de la montaña. Su extenso territorio alberga rincones donde se pueden practicar todas las actividades relacionadas con la alta y media montaña. Conserva uno de los cascos urbanos mejor conservados del Pirineo Aragonés, y fue declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón como conjunto arquitectónico, basado en materiales nobles como la piedra, la madera y la teja propios del territorio.
6. Aínsa (Huesca)
Un lugar único en la comarca del Sobrarbe que mantiene intacto su casco antiguo elevado, que es conjunto histórico-artístico desde 1931. También desde la misma fecha, la parroquia y el castillo tienen categoría de Monumento Nacional. El punto neurálgico de la villa es su porticada plaza Mayor, pero no hay que perderse una visita pausada por los restos de su castillo.
7. Benasque (Huesca)
También conocido como Valle Escondido, es un verdadero paraíso de paisajes de montaña. Se encuentra ubicado en la provincia de Huesca, junto al Río Ésera, a 1.140 m. de altitud. Está rodeado por picos de más de 3.000 metros como el Aneto 3.404 metros, Posets 3.375 metros y el Perdiguero 3.221 metros. Sus paisajes y patrimonio artístico y cultural lo convierten en un destino idílico.
En Benasque se encuentran enclaves de gran valor ecológico, de hecho, una parte está ocupada por terrenos del Parque Natural de Posets-Maladeta y los Glaciares Pirenaicos. En el casco antiguo destaca el palacio renacentista de los Condes de Ribagorza y la Casa Juste, un caserón fortificado. Ambos están considerados Bien de Interés Cultural del Patrimonio Aragonés.
8. Roda de Isabena (Huesca)
Se alza sobre un promontorio que domina el acceso al precioso valle del río Isábena y es una localidad en la comarca de Ribagorza, provincia de Huesca, que posee el título de pueblo más bonito de España. Visita obligada será la Catedral de San Vicente, la más antigua de Aragón y alrededores, el edificio medieval del palacio prioral de Roda, los restos del castillo medieval y el molino de aceite del siglo XVIII.
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